Dolor articular y artritis: ¿Cuál es la diferencia y cómo tratarla?

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El dolor articular es una de las afecciones más comunes que afectan a millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, no siempre se comprende completamente qué lo causa ni cómo tratarlo de manera adecuada. A menudo, el dolor articular se asocia erróneamente con artritis, pero es importante distinguir entre ambas condiciones para entender mejor su tratamiento y manejo. En este artículo, explicaremos la diferencia entre el dolor articular y la artritis, y proporcionaremos información sobre las opciones de tratamiento disponibles.

¿Qué es el dolor articular?

El dolor articular o artralgia es una molestia en las articulaciones que conecta los huesos y permite el movimiento. Puede ser causado por lesiones, sobrecarga o condiciones médicas. Este dolor puede ser temporal o crónico, y se acompaña de hinchazón, rigidez o calor. Enfermedades como la artritis pueden causar dolor persistente, mientras que lesiones agudas, como un esguince, generan dolor temporal.

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¿Qué es la artritis?

La artritis es un término general que se refiere a la inflamación de las articulaciones. Es una condición médica que abarca más de 100 tipos diferentes de trastornos articulares, siendo los más comunes la artritis osteoartrítica y la artritis reumatoide. A diferencia del dolor articular, la artritis no es simplemente un síntoma, sino una enfermedad que afecta la estructura de las articulaciones y puede llevar a su deterioro.

  1. Osteoartritis: Es el tipo más común de artritis, caracterizada por el desgaste del cartílago que recubre las articulaciones, lo que causa que los huesos se froten entre sí, generando dolor, rigidez y pérdida de movimiento. Se asocia con la edad avanzada, aunque también puede ser influenciada por genética, lesiones previas o sobrepeso.
  2. Artritis reumatoide: Es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca las articulaciones, causando inflamación crónica. A diferencia de la osteoartritis, afecta cualquier articulación y puede provocar deformidades. Los síntomas incluyen dolor intenso, hinchazón y rigidez, especialmente por la mañana.

Diferencias clave entre dolor articular y artritis

Aunque el dolor articular y la artritis pueden compartir algunos síntomas, existen diferencias importantes entre ambas condiciones. A continuación, presentamos las principales:

  1. Causa: El dolor articular puede ser causado por lesiones, sobrecarga, infecciones o condiciones como la gota, mientras que la artritis es una enfermedad que involucra inflamación en las articulaciones, ya sea de origen degenerativo (como la osteoartritis) o autoinmune (como la artritis reumatoide).
  2. Duración y progresión: El dolor articular puede ser temporal y aliviarse con reposo o tratamiento, mientras que la artritis es crónica y empeora con el tiempo sin tratamiento adecuado.
  3. Síntomas: El dolor articular puede ir acompañado de hinchazón o rigidez, pero no siempre. La artritis, en cambio, provoca hinchazón significativa, enrojecimiento y calor en las articulaciones afectadas, especialmente en la artritis reumatoide.
  4. Tratamiento: El dolor articular puede aliviarse con hielo, antiinflamatorios o descanso, mientras que la artritis requiere un tratamiento médico más intensivo, como medicamentos, terapias físicas o cirugía.

Tratamiento del dolor articular y la artritis

El tratamiento para el dolor articular y la artritis puede variar dependiendo de la causa y la gravedad de los síntomas. A continuación, se presentan algunas opciones comunes:

  1. Medicamentos: Los analgésicos y antiinflamatorios no esteroides (AINEs) son eficaces para reducir el dolor articular y la inflamación. En el caso de la artritis, los medicamentos más específicos, como los modificadores de la enfermedad (para la artritis reumatoide) o los suplementos de glucosamina (para la osteoartritis), pueden ser útiles para controlar la progresión de la enfermedad.
  2. Terapias físicas: La fisioterapia es una opción importante para las personas con dolor articular crónico o artritis. Los ejercicios específicos pueden mejorar la movilidad, la fuerza muscular y reducir la rigidez articular. Además, la terapia ocupacional puede enseñar a las personas cómo realizar tareas diarias sin agravar sus síntomas.
  3. Cirugía: En casos graves de artritis, especialmente en la osteoartritis avanzada, la cirugía puede ser necesaria. Esto puede incluir procedimientos como la artroscopia (para limpiar las articulaciones) o el reemplazo total de la articulación.
  4. Tratamientos naturales: Además de las opciones médicas, algunas personas optan por tratamientos alternativos como la acupuntura, la terapia con calor o frío, o los suplementos naturales como el aceite de pescado, que pueden proporcionar alivio en algunas situaciones.

El dolor articular y la artritis son condiciones relacionadas, pero distintas. Mientras que el dolor articular puede ser un síntoma temporal de diversas afecciones, la artritis es una enfermedad crónica que involucra inflamación y daño en las articulaciones. Es esencial comprender estas diferencias para poder abordar el tratamiento de manera eficaz. Si experimentas dolor articular persistente o síntomas de artritis, es recomendable consultar con un profesional de la salud para obtener un diagnóstico adecuado y desarrollar un plan de tratamiento personalizado que te permita mejorar tu calidad de vida.