La problemática común de hoy en día es la situación económica. La crisis financiera supone un reto bastante difícil de superar puesto que llevamos unos cuantos años arrastrando una etapa que parece no tener fin, no vemos aún la luz al final del túnel.
Esta crisis económica no tan sólo supone graves problemas financieros en las familias sino que constituye uno de los más graves problemas a los que se está enfrentando la sociedad del siglo XXI en los que se ponen a debate cuestiones sobre la ética y la moralidad de cómo se ha permitido llegar a este punto y cómo se están llevando a cabo las “medidas de recuperación”.
Esta situación nos afecta física y psíquicamente así como en nuestra forma y capacidad de relacionarnos con los demás. Esta crisis está gestando graves problemas en los individuos y en las familias del as clases con menos recursos.
A día de hoy, poder apaciguar ciertas situaciones de emergencia supone una necesidad cada vez más creciente y por ello son muchos los que buscan prestamistas para poder conseguir dinero ante alguna urgencia cada vez están cogiendo más fama prestamistas.es.
La situación económica actual está perjudicando al modelo y a la estructura social generando un caos y un desequilibrio sin igual. ha aumentado de forma imparable e impasible el número de personas que tiene limitaciones para poder sobrellevar la situación.
Es muy triste reconocer esta situación y aun más cuando vemos que las políticas que se llevan a cabo con el objetivo de “recuperar” parecen no ser fiables ni efectivas. Estar en una situación tan lamentable como esta y ver que se siguen llevando a cabo recortes, leyes que perjudican a los trabajadores y eliminación de ayudas y subvenciones nos puede hacer vislumbrar un panorama de incomprensión e injusticia que incluso podemos decir que atenta contra la ética y moral humanas.
Desde distintas entidades y organizaciones benéficas o sociales se exclama y se reclama una gestión eficaz y sostenible que sea capaz de ver la realidad en la que estamos sumergidos para poder salir adelante.
La pobreza se está incrementando de forma alarmante y parece no haber cambios para evitar que esta situación vaya a más. Varios informes apuntan que algunas leyes que se están aprobando atentan contra la moralidad y la democracia y a pesar de ello seguimos permitiendo que se siga sucediendo esta situación como si nada.
La exclusión social se está convirtiendo en una dimensión cada vez más grande así como la pobreza y parece no haber una luz al final de un túnel tan oscuro por el que estamos travesando. Se debe construir un camino, un sendero, por el cual podamos salir a flote no solo para poder abastecer las necesidades primarias sino para recuperar los derechos que hemos ido perdiendo a lo largo de estos últimos años y que nunca deberíamos haber perdido.
Estamos ante una situación insostenible que requiere y exige un cambio en el sistema político con tal de favorecer el desarrollo social y económico del país y de las familias que viven en él.
